Río
de Janeiro, 23 de julio de 2013 (Heraldos
Info).- Más de medio millón de jóvenes participaron en la Misa de
apertura de la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud celebrada por el arzobispo
de San Sebastian de Río de Janeiro, monseñor Orani Joao Tempesta, en Copacabana.
Según
la costumbre, el Papa no participó en el acontecimiento inaugural de la JMJ,
pero, -como informa el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Padre
Federico Lombardi S.I.- vio la ceremonia por televisión y se quedó impresionado
por la enorme participación.
Al
oscurecer, el gran palco presidido por una cruz azul, se iluminó con los
colores de la bandera de Brasil. Además llegó la Cruz y de la imagen de la
Virgen de la JMJ, llevadas en procesión por jóvenes de los cinco continentes.
En
la homilía, el arzobispo Tempesta, retomando el tema de la Jornada :”Id y haced
discípulos a todas las naciones”, invitó a los jóvenes a ser misioneros. “Río
en esta semana -dijo- se convierte en el centro de la Iglesia, viva y joven.
Habéis llegado de diversas partes del mundo para compartir la fe y la alegría
de ser discípulos y misioneros en todas las naciones. Por doquier el entusiasmo
juvenil nos muestra el rostro joven de los cristianos que quiere unir el
testimonio de una vida auténtica y cristiana con la dimensión social del
evangelio...Estamos llamados a ser protagonistas de un mundo nuevo. Estoy
seguro que lo llevaréis a cabo en vuestras ciudades y en vuestros países. El
mundo necesita jóvenes como vosotros”.
Por
lo que se refiere al programa del Papa Francisco en los próximos días, Lombardi
ha informado de que, debido al mal tiempo, esta tarde viajará en avión y no en
helicóptero al santuario de Aparecida, al menos durante la mayor parte del
trayecto y que el jueves pasará a saludar a un grupo de jóvenes argentinos en
la catedral de Río de Janeiro.
También
el mal tiempo impidió al cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado, la
presentación a los pies del Cristo Redentor del Corcovado, de la medalla
conmemorativa de la JMJ. El acto tuvo lugar, en cambio, en la residencia
arzobispal de Sumaré. La medalla, acuñada en metal, por la Fábrica Nacional de
Moneda de Brasil, tiene en la cara la imagen sonriente del Papa Francisco y en
la cruz las de la catedral de San Sebastián de Río de Janeiro y de la basílica
de Nuestra Señora de Aparecida. “Muestra -dijo el cardenal- la cercanía del
Papa al pueblo y la sencillez de sus gestos que han conquistado a todo el
mundo”.
Asimismo,
del 24 al 26 de julio, 250 obispos de los cinco continentes darán en Río de
Janeiro catequesis matutinas sobre tres temas: “Sed de esperanza, sed de Dios”
(miércoles 24); “Ser discípulos de Cristo” (jueves, 25) y “Sed misioneros: Id”
(viernes, 26). Las catequesis tendrán lugar en 300 sitios distintos, desde
Copacabana a la zona metropolitana, pasando por las favelas y los campos de deporte,
hasta las zonas periféricas y las iglesias. La mayor parte (133) será en
portugués, pero también habrá 50 catequesis en español, 25 en inglés, 15 en
italiano y francés, 8 en alemán y 5 en polaco. En conjunto las catequesis se
darán en 20 idiomas, entre los cuales, árabe, croata, danés, esloveno, griego,
checo y ruso.
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